Scala Naturae reflexiona sobre diversos temas contemporáneos y especula con el final del antropocentrismo. Si bien el concepto de scala naturae se estructuraba en base al humano poniéndolo en la cima, proponemos una nueva situación: incluir en esta escala a entes artificiales con los que interactuamos a diario, sin necesariamente comprender sus procesos, sus lógicas y resoluciones. Estos entes, las máquinas, a pesar de ser creados por el hombre es evidente que cada día nos necesitan menos, ya que ni siquiera entienden el mundo de la misma manera; su percepción y capacidades son radicalmente distintas a las nuestras.

Planteamos la capilla como la propia estructura o armazón de una gran máquina cuyos procesos internos que habitualmente quedan alejados de nuestra percepción y por lo tanto nuestra comprensión, aquí quedan expuestos, se magnifican y se convierten en el propio motor estético de la obra.

Esta máquina, actúa de manera autosuficiente elaborando textos, codificándolos, imprimiéndolos de vuelta y en definitiva, siguiendo todo un proceso digital y mecánico para el cual no nos necesita en absoluto. Sin embargo, el mismo hecho de observar activamente, hará que la instalación se impregne de nuestra presencia, y de igual manera que una polilla o mota de polvo, las personas podrán alterar el sistema, haciendo que la impresión final contenga en su error, la memoria de nuestra presencia.

Proyecto ganador de la IV premio Barjola.

Formato:
Instalación lumínica de gran formato. Planchas de luz de 60x60cm. Peana con maqueta de metacrilato. Diversos dispositivos y ordenadores.

Créditos:
Concepto / producción / Diseño  : Román Torre y Ángeles Angulo.
Imágenes: Marcos Morilla / RotorStudio
Diseño de la cartela: Marcos Recuero

Shows:
Capilla del museo Barjola | Gijón (Asturias)